Un convenio firmado ayer podría generar que algunas de las familias más humildes del medio rural tengan un recorte de hasta $ 1.000 en su factura eléctrica. Es una iniciativa llevada adelante entre UTE, el Ministerio de Industria (MIEM) y Mevir para dotar de equipos solares térmicos (que convierten la energía del sol en calor) a estas viviendas.

Mevir —una persona pública de derecho privado que nació a fines de los años 60— trabaja con asalariados rurales y pequeños productores de bajos recursos (con un ingreso por mes inferior a las 60 Unidades Reajustables, unos $ 59.551) para, entre otros, construir o arreglar sus casas.

Bajo el paraguas del convenio que se suscribió, UTE pondrá US$ 300.000. De ese total, el 75% se destinará a la adquisición de los equipos, mientras que el 25% restante pasará a ser parte del Fondo Solar Mevir. Será Mevir el encargado de la adecuación de las viviendas para recibir a los paneles, así como también de la organización del concurso de precios para su compra, instalación y mantenimiento.

El 75% del costo de los equipos estará subsidiado por el Fondo Solar Mevir y el 25% deberá ser devuelto por las familias en cuotas sin interés, con el pago de la factura de UTE.

Durante la firma del convenio en el Palacio de la Luz, la ministra de Industria, Carolina Cosse, dijo que el calentamiento de agua representa el 40% del consumo eléctrico de una vivienda.

«Así que pensamos que esto le va a estar ahorrando a cada hogar de Mevir en Solís de Mataojo en términos de la factura eléctrica alrededor de $1.000, que es mucho», indicó. Será en 46 viviendas de esa localidad del departamento de Lavalleja donde se dará el puntapié inicial a este programa.

Por su parte, el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, detalló a El País que cada panel cuesta entre US$ 1.500 y US$ 2.000, por lo que los US$ 300.000 iniciales cubrirían el equipamiento para 150 a 200 viviendas.

En tanto, la presidenta de Mevir, Cecilia Bianco, señaló que «la clave de este convenio está en poder iniciar un camino para hacer llegar esta, que es una política del Estado de la utilización de las energías renovables, a las familias más pobres del medio rural».

Fuente: El País